Hoy vamos a hablar sobre un concepto clave en las Finanzas Personales, el Fondo de Seguridad.
Se trata de uno de los aspectos más básicos y a la vez más infravalorados de la economía doméstica, y, honestamente, le puede dar un vuelco a tus finanzas y significar el punto de inflexión que necesitas.
Tabla de Contenidos
¿Qué es el Fondo de Seguridad?
Es sencillo, se trata de un importe que tienes a tu disposición para hacer frente a toda una serie de imprevistos económicos: averías del coche, devoluciones a Hacienda, multas o recibos inesperados, despido o renuncia laboral, etc. Es también conocido como el famoso «colchón«.
¿Cuánto debería tener como Fondo de Seguridad?
El calculo es sencillo. Lo primero es, a través de tu Excel, calcular cuál es el importe mínimo mensual que necesitarías para subsistir. Esto es lo que en la entrada sobre cómo reducir nuestros gastos calificamos como Gastos Básicos, es decir «aquellos que necesitamos para subsistir, que cubren nuestras necesidades básicas del día a día, como alimentarse, vestirse, higiene, descanso, comunicación y transporte«.
La idea del Fondo de Seguridad no es sólo hacer frente a gastos imprevistos. Su objetivo principal es que, en caso de necesidad, como por ejemplo que te echen del trabajo, o si necesitas un cambio laboral y fueses tú quien decida dejar su trabajo, dispongas de los recursos necesarios para poder tomarte entre 6 y 9 meses para redirigir tu vida personal y profesional.
Seguridad, Independencia y Libertad Financiera.
En este punto introduciremos tres niveles muy relevantes en el ámbito de las finanzas personales: la seguridad, la independencia y la libertad financiera.
Seguridad
Básicamente, Seguridad Financiera consiste en ser capaz de cubrir tus Gastos Básicos mensuales durante un período determinado: 6 meses, 1 año, 20 años o el resto de tu vida.
Independencia
Por otro lado, el concepto de Independencia Financiera va un paso más allá, pues garantiza la cobertura de tus Gastos Reales mensuales por un periodo de tiempo determinado: 6 meses, 1 año, 20 años o el resto de tu vida.
Los Gastos Reales vendrían a ser lo que tú hayas determinado como tu nivel de vida habitual. Por supuesto, cuanto más moderado sea tu nivel de vida, mayores posibilidades tendrás de cubrir un mayor de número de años de Independencia Financiera. Sobre este aspecto hablaremos en una próxima entrada en la que introduciremos conceptos como el minimalismo o el Efecto Diderot.
Libertad
El último de los niveles que hemos señalado, la Libertad Financiera, se desmarca completamente de los dos anteriores, pues implica que el dinero deja de ser un problema. Los rendimientos periódicos que se obtienen del capital acumulado son más que suficientes para cubrir el resto de tu vida. Es decir, a no ser que cambiases tu patrón de gasto y te dedicases a gastar tu dinero de forma «extravagante» e irracional, los ingresos por rendimientos del capital serían en si mismo suficientes para financiar tus gastos, el resto de tu vida.
Entendidos estos tres conceptos, a la hora de hablar de nuestro Fondo de Seguridad nos centraremos en el primero, la Seguridad Financiera. El Fondo de Seguridad nos aporta Seguridad Financiera por el periodo que nosotros determinemos, que en función de la situación de cada persona, debería oscilar entre los 6 y los 12 meses.
¿Cómo determino el número de meses?
Mencionábamos que este número dependerá de la situación de cada persona. No es lo mismo ser funcionario y por lo tanto carecer del riesgo de despido, que ser autónomo y depender de tu propia facturación para subsistir. Tampoco es lo mismo ser soltero y no tener deuda alguna que tener familia, hijos, y una hipoteca.
Por lo tanto, a mayor riesgo de despido o inestabilidad laboral, así como mayores cargas familiares, mayor debería ser el número de meses acumulados en nuestro Fondo de Seguridad, hasta un tope de unos 12 meses.
Es cierto que este importe dependerá mucho también del nivel de «aversión al riesgo» de cada persona. Es decir, hay personas que necesitan tener una cantidad mayor de meses cubiertos en el banco para sentirse tranquilos financieramente, mientras que otras personas son felices disponiendo del mínimo necesario para cubrir 6-9 meses de gasto.
Ese será un ejercicio individual que deberá llevar a cabo cada persona para determinar el importe adecuado que garantice dormir bien por las noches.
Ventajas de un Fondo de Seguridad
La primera ventaja es que te permitirá ahorrar más. Disponer de un Fondo que te de la posibilidad de afrontar esos gastos imprevistos facilita que podamos destinar una parte de nuestro presupuesto al ahorro o la inversión con la tranquilidad de saber que estamos cubiertos frente a cualquier contingencia.
Otra ventaja de estar cubierto por un Fondo de Seguridad sería el poder gastar sin miedo. Ojo, me refiero a gastar de forma racional y en los productos o servicios que más valor te reporten. Me explico. Cuando tus espaldas están cubiertas frente a todo tipo de eventualidades, y dedicas una cantidad mensual al ahorro o la inversión, el remanente de tus ingresos puede ser gastado sin ningún tipo de miramiento, pues ese es su propósito. Para ello siempre es aconsejable tener un presupuesto mensual en el cual planificas a principios de cada mes a qué vas a dedicar dicho remanente.
Otra de sus ventajas clave consiste en que nos evita tener que recurrir al mercado de deuda. ¿Cuántas veces nos ha surgido un gasto imprevisto para el cual no teníamos liquidez y hemos tenido que recurrir a préstamos o créditos para afrontarlo? Lo peor es que ese gasto nos suele «romper» el presupuesto de ese mes, o incluso el del siguiente, ya que la deuda se suele aplazar, y eso se convierte en un bucle del que nos resulta muy difícil salir. Bien, pues este problema conseguimos cortarlo de raíz con el Fondo de Seguridad. Eso sí, lo antes posible debemos reponer el montante utilizado para el imprevisto, de forma que no se rompa nuestro hábito de ahorro/inversión y control presupuestario.
¿Dónde guardo el Fondo de Seguridad?
Lo más importante en este punto es que el Fondo tenga liquidez. ¿Eso qué quiere decir? Que esté disponible en un plazo corto (2-3 días) para que puedas hacer uso de él si lo necesitas.
Otra variable que solemos tener en cuenta cuando conseguimos crear nuestro Fondo de Emergencia es la Rentabilidad, pero ojo, habitualmente Liquidez y Rentabilidad son inversamente proporcionales. Es decir, a mayor liquidez, menor rentabilidad, y aquí debe quedar claro que lo que buscamos con el Fondo de seguridad es liquidez por encima de todo.
Por lo tanto, no caigas en el error de buscar destinos muy complejos para tu «colchón de seguridad». Una cuenta de ahorro sin comisiones y, a ser posible, con una pequeña rentabilidad, sería lo ideal. Eso sí, fundamental que dicha cuenta esté totalmente separada de tu cuenta corriente, aquella que utilizas para tus gastos habituales. El objetivo es que recurrir a tu Fondo no te resulte fácil, y esto favorezca que sólo lo utilices en caso de emergencia.
Conclusión
Si quieres mejorar tus finanzas personales empieza por crear tu Fondo de Seguridad, Fondo de Emergencia o Colchón. Da igual cómo lo llames, pero empieza por ahí.
Antes de abrir una cuenta de ahorro, empezar a invertir o comprarte una casa es imprescindible que te cubras las espaldas. Utilizando este último ejemplo, sería como crear unos buenos cimientos sobre los que asentar tu patrimonio.
Ahorra en primer lugar para este propósito y, cuando hayas alcanzado tu objetivo, pasa al siguiente nivel, del cual seguiremos hablando en los próximos post.